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Crítica Pacific Rim: Categoría 4

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Pacific Rim: Categoría Cuatro
Por Lorenzo Ayuso @Lorenzo_Ayuso

¿Hacía mucho que no le veías el corazón?”. Mako (Rindo Kikuchi) inquiere a Raleigh (Charlie Hunnam) mientras observan el pecho abierto de Gipsy Danger, el mastodóntico y vetusto robot (es analógico, nos informan) que ambos pilotan alineando sus mentes para combatir a los leviatanes interdimensionales. Quizás, esta línea de diálogo, ese plano –los dos personajes, liliputienses en un hangar, embelesados ante el poderío descomunal de la máquina– atesore la mejor definición posible de Pacific Rim(ídem, Guillermo del Toro, 2013). Un blockbuster más grande que la vida, de tamaño vertiginoso, casi infinito, pero que triunfa precisamente por lo que late debajo del fuselaje, por ese mecanismo de poleas que siempre gira con Guillermo del Toro.

Y es que Pacific Rim es un mecha en sí mismo. Es el robusto armazón que se acopla y dirige el cineasta mexicano, el que le permite trabajar a mayor escala, más pesado, más aparatoso, más caro. 180 millones de dólares de presupuesto se presumen difíciles de gobernar, y sin embargo Del Toro logra no someterse sino someter a la máquina, servirse de ella para reincidir en las obsesiones que lo envuelven desde Cronos (ídem, Guillermo del Toro, 1993). Aquel, en comparación, minúsculo escarabajo dorado asido al pecho de Federico Luppi, sigue bombeando sangre, sigue funcionando, y aleja esta propuesta de otras tantas destinadas a arrasar a la monstruosa oferta veraniega.



Siguiendo con el símil electrónico, Pacific Rimfunciona como una Turbomix, una artilugio aparentemente sencillo en cuyo interior se remezclan mil y un ingredientes y sabores, del kaiju eiga, al anime (inevitable la referencia a Neon Genesis Evangelion), pasando por el cyberpunk y los indispensables relatos lovecraftianos... 

La premisa planteada, directa y concisa –Kaijus contra Jaegers–, adquiere volúmenes adicionales gracias a la milimétrica atención por el detalle y el foco en lo humano e íntimo, contrapunto a la majestuosidad de las criaturas protagonistas. Comenzando con un extenso prólogo de narración fabulada –reincidiendo en la mirada infantil ya presente en El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) y Hellboy II: El ejército dorado (Hellboy II: The Golden Army, Guillermo del Toro, 2008)–, y eludiendo el territorio americano para asentarse convenientemente en el continente asiático, la película combina lo emocional (el concepto de “deriva”, la necesaria simbiosis neuronal de los pilotos), y lo decididamente excéntrico de su agradecida galería de secundarios. En ella figuran tanto el delirante dúo de científicos encarnados por Charlie Day y Burn Gorman, fetichista de los monstruos y enfermizo matemático, respectivamente; como ese carismático Ron Perlman con aspecto de proxeneta de Brooklyn, cabecilla de un submundo que bien parece la extensión del mercado troll descubierto en la citada Hellboy II. Sus marcadas características físicas –de los llamativos tatuajes y la retorcida cojera de unos, a los dientes metalizados y el ojo tuerto del otro–, contrastan con el moldeado perfecto de los miembros de la resistencia, y su papel vital en la trama resalta una vez más la preferencia de Del Toro por los desviados.


Y por supuesto, las tollinas gigantes que se dedican súper-bichardos y mega-robots. El océano, ese lugar legendario y fecundo en misterios relatados por Samuel Taylor Coleridge, es el vientre que pare a las bestias abisales y restringe sus enfrentamientos con la resistencia mecánica, y otorga una poesía y plasticidad inaudita a las peleas. Fíjense en la sangre fluorescente derramada por los monstruos a cada nuevo envite, esparciéndose como pintura sobre el lienzo. Jaegers y Kaijus combaten a muerte en set pieces superlativas, en las que unos y otros, pluscuamperfectas creaciones digitales, parecen desplazarse con una torpeza casi humana, reforzando el vínculo con aquellos Godzillas y Ghidorahs movidos desde su interior por señores japoneses deshidratados por el sudor. Especialmente reseñables son la batalla de Hong Kong y, sobre todo, ese modélico y portentoso flashback a la infancia de Mako, que entronca con la imaginería del Japón post-bombas atómicas, no en vano, germen de la monster movie nipona a la que se rinde pleitesía.


Estos esplendorosos capones nos hacen olvidar aquellas debilidades de las que adolece la película, apiñadas en el bando de los héroes humanos: el obvio enfoque en las escuadras anglosajonas en detrimento de las rusas (Cherno Alpha) y chinas (Crimson Typhoon), relegadas a una presencia testimonial; así como un desagradecido personaje principal, Raleigh, que palidece ante la florida fauna de secundarios que lo flanquea y ante el poderío de un Idris Elba en la piel de un Marshall de tintes hawskianos y moral incorruptible (ojo a la nula importancia de los poderes fácticos en todo el metraje). 

Apasionada y apasionante, netamente lúdica y con marchamo personal, el saturnal de mostrencos que nos ofrece Del Toro despierta una fascinación ingenua, casi anacrónica, que nos remite a tiempos pretéritos, menos cínicos y con más corazón. A aquellos tiempos de grandes entretenimientos orquestados por orfebres como Ray Harryhausen y Ishirô Honda, a los que, a la postre, se dedica Pacific Rim.

Lo mejor: el flashback de la infancia de Mako. El mercado negro de órganos de kaiju de Hannibal Chau.

Lo peor: Del Toro tiene mejor mano con los freaks e inadaptados que con los héroes convencionales.



Pacific Rim

¿Y a vosotros qué os pareció?

Parque Jurásico: Aquellos maravillosos dinosaurios

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Una aventura que comenzó hace 65 millones de años, así rezaba el slogan de Parque Jurásico, la inolvidable película que Steven Spielberg dirigió en 1993, y que aunque no lo parezca, ya tiene 20 años. Y es que parece que fue ayer cuando gracias a la magia del cine, millones de espectadores de todo el mundo vieron como los dinosaurios, aquellos seres prehistóricos, cobraban vida de nuevo. 

Con motivo del re-estreno en 3D de este título clave del cine de entretenimiento, hemos invitado a Miguel, Juan, Raquel y Lorenzo, todos ellos enamorados de Parque Jurásico, a que escriban sobre esta película. 

La que avisa no es traidora. Ya os adelanto que os entrarán ganas de verla de nuevo.








Los cinéfilos nos forjamos en la infancia. No hay ningún secreto en ello. Al entrar a una sala de cine siempre buscamos volver a vivir las sensaciones que de niños nos maravillaron. Cada uno de nosotros guarda en su interior las películas que le marcaron. Unas mejores, otras peores, algunas incluso las ocultamos por vergüenza. Pero todas ellas son igual de importantes.
No dudaría ni un segundo en afirmar que para mí, Jurassic Park es una de esas películas que me formaron. Probablemente, la más importante de mi niñez.
Vibrante, espectacular, impactante y profundamente realista (salvando la fantasía genética), no cabe duda de que Parque Jurásico marcó un antes y un después en la historia de los efectos visuales. La artesanía y la resistencia de Spielberg al uso del CGI nos hizo creer en los dinosaurios hasta el punto de formar parte de un fenómeno sociológico, la dinomanía. Ni los dinosaurios digitalizados del King Kongde Peter Jackson doce años después consiguieron si quiera igualar el mismo nivel de realismo.
Pero si hay una escena que se lleva la palma y coloca merecidamente a Spielberg como maestro del suspense es la inmortal secuencia de los raptores en la cocina. Una de esas escenas que se sufren y se contemplan con el corazón en un puño y que, a día de hoy, todavía es difícil de superar. 
Jurassic Park es un triunfo del tan vilipendiado cine de entretenimiento. Aunque sin ningún género de duda La lista de Schindler  es la mejor película del director, el nombre de Spielberg siempre me devolverá a la mente la imagen de un tiranosaurus rex.
La oportunidad de poder disfrutar ahora de Jurassic Park en una pantalla de cine es, para todos aquellos que nos tuvimos que conformar con el VHS, todo un regalo.

Por Raquel Hernández Luján
Colaboradora en Hobby ConsolasBlogger


La cinta de Spielberg y piedra angular de una saga que prosiguió con dos películas posteriores ha envejecido con elegancia gracias a la magnífica planificación del rodaje y a la sabia combinación de acción y emoción reforzada por la presencia "real" de los saurios gigantes gracias a la animatrónica.

Caminar entre dinosaurios de nuevo, sentir su respiración e imaginar que podría hacerse realidad el sueño de poder ver uno de carne y hueso es una gozada amplificada por los niveles de profundidad del 3D que hacen que las criaturas de ILM luzcan como verdaderas protagonistas de una historia en la que se pone en tela de juicio la ambición del ser humano por jugar a ser dios, atendiendo a su origen, la fantástica novela homónima de Michael Crichton

Por Juan Roures

Pocas películas he visto más veces que Jurassic Park, que, no sólo es uno de los films más taquilleros de Steven Spielberg, sino también uno de los mejores. La primera vez yo tenía ocho años y poca experiencia cinematográfica más allá de los clásicos Disney. Convertido en fan de los dinosaurios por En busca del valle encantado (1988) y las visitas dominicales al museo arqueológico, me atreví con una película bastante más violenta de lo que acostumbraba. Quedé tan horrorizado como maravillado. Recuerdo los gallimimus huyendo del gigantesco tiranosaurio, el triceratops herido e indefenso pese a su enorme tamaño, la terrorífica inteligencia de los velociraptores y el poético canto nocturno de los brachiosaurios (quizás, mi escena favorita), todo ello nacido de unos efectos especiales que hicieron historia. Y, así, al ritmo de la magnífica banda sonora de John Williams, mi concepción de los dinosaurios cambió para siempre. 

Por Lorenzo Ayuso
Redactor-colaborador de Versión Original y cortometrajista
Aún retengo con nitidez mi primera vez en el Parque Jurásico, cuando apenas contaba seis años. Las primeras dentelladas del tiranosaurio no tardaron en cicatrizar en mi recuerdo: ese aliento a prehistoria que batía el pelo a los languidecidos niños, ese vehículo reducido a un amasijo de hierros embarrados, ese abogado engullido... Veinte años después, esos temblores de impacto previos a cada ataque (las ondas en el vaso de agua en el Jeep, la palpitante cucharada de gelatina que sostiene Lex ante el acecho de los velocirraptores) han calado en la memoria colectiva casi tanto como el ostinato en los contrabajos que antecede a Tiburón. Nostalgias aparte, la película sigue funcionando de forma ejemplar, sin haber perdido sus imágenes vigencia pese a los casi diarios avances en la infografía, mas al contrario. Aunque, puestos a destacar una secuencia, no nos olvidemos de las criaturas más diminutas que habitaban el Parque y reivindiquemos al dilofosaurio, ese pequeño dinosaurio de hábitos casi guerrilleros, ajusticiando al glotón Dennis Nedry: un rotundo ejercicio de suspense que, quizás, tiende a pasar inadvertido entre la majestuosidad de sus “hermanos mayores”.

Te invitamos a que tú también hagamemoria y nos escribas en los comentarios como fue tu primera vez con Parque Jurásico.

El cine de Jeff Nichols: Un paseo por sus películas

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Aprovechando el estreno en España de Mud, la última película de Jeff Nichols, hemos invitado a colaborar a Mari Carmen Fúnez con un especial sobre la carrera de este director norteamericano, quien con sólo tres largometrajes y un estilo propio fácilmente reconocible, se consolida como un importante cineasta del siglo XXI.
Colaboradora de Cinema Ad Hoc y otras publicaciones

Nacido en Arkansas en 1978, Jeff Nichols debutó como director en 2007 con un guión propio llamado Shotgun Stories. Aunque pasó desapercibida para muchos, esta ópera prima es en sí misma la esencia de lo que es la corta carrera cinematográfica de Nichols, en la que se incluyen muchas de las características que hacen su cine tan personal. Se trata de una historia de dos familias de hermanastros, unidas por la sangre de un mismo padre pero separadas por las distintas visiones y sentimientos provocados por él. El que para unos fuera una figura paternal perfecta y un ejemplo a seguir, para los otros fue la encarnación del odio más visceral reflejado en el desprecio y maltrato hacia ellos y su propia madre. Este argumento con toques shakesperianos se desarrolla en la Arkansasnatal del director, a la que volvería 6 años después para rodar Mud, y explora la condición humana a través de los sentimientos y las pasiones más bajas, de una manera íntima, sin violencia excesiva ni grandes sentencias moralizantes y manipuladoras, y con un ritmo pausado, imponiendo un estilo innovador en el cine negro que continúa con títulos como Drive de Nicolas Winding Refn o Mátalos suavemente de Andrew Dominik aunque con altas dosis de agresividad, aspecto que Nichols obvia casi por completo en su trabajo para centrarse en las luchas internas de los personajes.


Shotgun stories, debut de Jeff Nichols
Shotgun Stories supuso además el primer papel protagonista para quien sería a partir de entonces su actor fetiche, el actor con la mirada más inquietante de los últimos años,  Michael Shannon. Ningún otro actor podría encarnar al protagonista absoluto de la siguiente película de Jeff Nichols como lo hizo Shannon en el film sorpresa de 2011 (tanto en los festivales de cine independiente como incluso en el festival del glamour por excelencia, el Festival de Cannes), Take Shelter. Ganadora del Premio de la crítica en Cannes, entre otros galardones, Take Shelter se unió a la avalancha de títulos con la temática del fin del mundo, desde la perspectiva del apocalipsis personal del personaje de Michael Shannon, Curtis, un hombre normal con una familia y una vida corrientes que de repente comienza a tener sueños premonitorios con catástrofes que poco a poco va reconociendo en su vida cotidiana. La obsesión  de Curtis le lleva a centrarse únicamente en la construcción de un bunker para salvar a su familia, convirtiéndose en el centro de atención del pequeño pueblo en el que vive.


Nichols y Shannon en los Independent Spirit Awards

En esta ocasión, Nichols vuelve a analizar los miedos humanos y los efectos que las obsesiones personales causan sobre el entorno de los protagonistas, aunque en Take Shelter va aun más allá, explorando las consecuencias del contagio de una obsesión individual hasta derivar en histeria colectiva. Al igual que en su ópera prima, la narración de este thriller con tintes sobrenaturales sigue siendo sosegada y ajena al ritmo habitual en el género, y con una actuación por parte de Shannon con un grado de turbación tan intenso y sutil, que consigue traspasar las sensaciones sobrecogedoras que sufre al público.




Con el éxito y el buen sabor de boca de Take Shelter  todavía en la mente del espectador, Jeff Nichols confirma su buen hacer como guionista y director con su, hasta hoy, última película Mud, donde Nichols retoma los espacios naturales de Arkansas para contar una historia distinta superficialmente de sus anteriores trabajos, pero con el mismo fondo que aquellas. 

Siguiendo la estela de la obra de Mark Twain, Mud nos presenta a un adolescente que junto con un amigo se evade de los problemas familiares que sufre en su casa buscando aventuras a lo largo del río Misisipi. En una de sus islas, los dos exploradores descubren a un fugitivo de la justicia llamado Mud al que intentan ayudar a encubrir mientras espera a su novia. Mud sigue hablando de conflictos internos, esta vez otorgando el mayor protagonismo a la pérdida de la inocencia y el fin de la infancia, provocado por el descubrimiento de la mente adulta y sus intrincados caminos. Aunque en Mud Nichols vuelve a contar con Michael Shannon, éste tiene un papel secundario y prácticamente intrascendente mientras el protagonismo es en esta ocasión compartido por Matthew McConaughey, quien hace la mejor interpretación de toda su carrera en esta película, y por el joven debutante Tye Sheridan que sorprende con la intensidad de su interpretación.



Al igual que con sus anteriores trabajos, Nichols utiliza los paisajes naturales de Estados Unidos como símbolos de las distintas pérdidas que sufren los personajes de sus películas. Si en Take Shelter las bandadas de pájaros y los fenómenos naturales devastadores recreaban el desmoronamiento de la salud mental del protagonista, en Mudes el río el que refleja esa pérdida de valores, las ilusiones de los hombres que se escapan de sus manos y del entendimiento de los niños, arrastradas por la corriente. 

Y hablo de hombres porque en el cine de Jeff Nichols los protagonistas absolutos son los hombres, relegando a papeles secundarios a las mujeres de sus historias, secundarios en cuanto a tiempo de presencia en pantalla pero importantes para entender las frustraciones y las reacciones de los hombres. Sin los personajes femeninos tanto en Shotgun Storiescomo en Mud, las historias no tendrían razón de ser aunque estén protagonizadas por los masculinos, y si hablamos de Michael Shannon y Matthew McConaughey como magníficos protagonistas del cine de Nichols, no podemos olvidarnos de las excelentes elecciones de los actores y actrices para los papeles secundarios. Comenzando por la sufrida esposa de Curtis en Take Shelter, la siempre efectiva Jessica Chastain, y siguiendo con el estupendo plantel que rodea a McConaughey en Mud, como el veterano Sam Shepard, Reese Witherspoon o la televisiva Sarah Paulson.

Jessica Chastain en Take Shelter, un papel que le supuso mucho reconocimiento

Apoyado musicalmente por su hermano Ben en su debut y por el compositor David Wingo en sus dos últimas películas, las bandas sonoras del cine de Nichols merecen mención aparte por su total fusión con los paisajes de la América profunda y las historias de la gente corriente que los habita. Las melodías de estilo folk, tremendamente melancólicas, son el toque perfecto para enfatizar el estilo narrativo de los dramas de Nichols.



En definitiva, Jeff Nichols se afianza con sólo estas tres películas como uno de los directores más a tener en cuenta y, sobre todo, como un gran narrador de dramas rurales con toques misteriosos a la par que trágicos, y como un estupendo director de actores. 

Os recomendamos encarecidamente el estreno de Mud, así como el resto de su filmografía, a la espera ya de su próximo proyecto Midnight Specialdel que sólo ha trascendido que vuelve a contar con Michael Shannon y al que se acaba de sumar la maravillosa Kirsten Dunst. 



¿Os gusta el cine de Jeff Nichols?

Hayao Miyazaki, el maestro de la animación japonesa se retira

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Ayer domingo fue un día triste para muchos cinéfilos. El presidente de los Estudios Ghibli, Koji Hoshino, anunció en la presentación de The wind rises en la 70º Mostra de Venecia, que Hayao Miyazaki, uno de los maestros de la animación japonesa y uno de los cineastas más influyentes e imaginativos que existen, que se retira.


Miyazaki, apodado muchas veces y de modo injusto como el Disney japonés (injusto porque su talento no necesita de comparaciones) se despide del cine con 72 años. De su trayectoria destacan sus colaboraciones en series míticas de la televisión que marcaron nuestra infancia como Heidi, Marco o Sherlok Holmes, y muy especialmente, su filmografía.

En su carrera como director abundan títulos que traspasan la etiqueta de "cine para niños". El cine de Miyazaki es mágico porque sus dibujos hechos a mano nos han transportado a mundos en donde todo es posible. Es el caso de la inolvidable El viaje de Chihirouna "Alicia" nipona que entre otros galardones obtuvo en 2011 el Oscar como mejor film de animación y fue la película más taquillera de la historia de Japón, o de Mi vecino Totoroincluida por el crítico ya fallecido Roger Ebert en su libro "200 películas imprescindibles de la historia del cine". 

En su cine, siempre lleno de buenos valores como el respeto a los mayores y el cuidado del medio ambiente, no hay espacio para las convenciones. Quizás por eso las chicas protagonistas en vez de buscar a su príncipe azul son intrépidas guerreras que luchan subidas a un lobo (La princesa Mononoke, 1997). 



Desde este blog nos apena la noticia de su despedida y esperemos que este artesano de la animación, que como hoy tuiteó el crítico de El País, Javier Sánchez Ocaña, se merece estar a la altura de cineastas como Kurosawa o Yasuhiro Ozu y Mizoguchi, no nos deje aún. Aunque parece que es definitivo ya que él mismo explicará en una rueda de prensa próxima los motivos de su adiós.

Os dejamos con este recomendable vídeo de TCM sobre el creador nipón.



¿Cuál es tu película favorita de Miyazaki?

Concurso Rush: Participa y gana una entrada para el preestreno

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Con motivo del estreno de Rush, y como siempre gracias a Sensacineeste blog te ofrece la posibilidad de ver la nueva película de Ron Howard antes que nadie. Esta vez sorteamos 2 entradas dobles para ver  el 16 de septiembre a las 19 horas en los cines Palafox de Madridesta historia basada en hechos reales.

El argumento de este biopic se centra en la rivalidad dentro y fuera de la pista de dos pilotos de Fórmula 1 de los años 70; James Hunt (Chris Hemsworth) y Niki Lauda (Daniel Brühl). Además del tándem formado por el actor de Thor y el inolvidable protagonista de Good bye Lenin, también encontramos en el reparto a Olivia Wilde, a Natalie Dormer (recordada por su papel de Ana Bolena de la serie Los Tudor) y Alexandra Maria Lara (El hundimiento).

Cómo concursar
A continuación, tenéis que escribirnos un email a cineenconserva@gmail.com contestando a la siguiente pregunta: ¿En qué película española de ciencia ficción pudimos ver a Daniel Brühl interpretando a un ingeniero robótico?

De entre todas las respuestas acertadas sortearemos las dos ganadoras

Tenéis hasta el miércoles 11 de septiembre para concursar. Incluid en el correo vuestros datos personales (nombre y apellidos) y vuestro nick o nombre por el que estáis registrados en Twitter o Facebook (para comprobar que sois seguidores del blog). 

Publicaremos el nombre de los ganadores en el blog y recibiréis un email de confirmación de asistencia el preestreno. 

*Rogamos confirmación de asistencia al preestreno, si no se avisará a otra persona que haya quedado en reserva.)

Mucha suerte!

Ganadores del concurso Preestreno Rush

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Hola conserveros!! Si os habéis pasado por el blog últimamente habréis visto que gracias a Sensacinesorteábamos dos entradas dobles para asistir el próximo lunes 16 de septiembre a las 19 horas en los cines Palafox de Madrid al preestreno de Rushla última película de Ron Howard.


Para ganar una entrada tan solo teníais que concursar y responder a esta sencilla pregunta: ¿En qué película española de ciencia ficción pudimos ver a Daniel Brühl interpretando a un ingeniero robótico? Y la respuesta correcta era Eva de Kike Maíllo.  


Estas han sido las dos personas que han resultado ganadoras de una entrada doble. 

Alejandro Madrid Ruíz
Melisa López Marín

Enhorabuena y que disfrutéis de la peli!


Metrópolis, una obra maestra de la ciencia ficción

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Los amigos de La voz en off me invitaron a participar en una nueva lista que se publicará el próximo lunes 16 de septiembre. Después de haber pedido la colaboración de muchos cinéfilos para encontrar las mejores películas de los 80, en la que por cierto ganó Regreso al futuro, ahora han decidido atreverse con una encuesta sobre las mejores películas de ciencia ficción de la historia

Estoy segura de que en la lista no faltará la película sobre la que he decidido escribir. Esa no es otra que Metrópolis (1927, Fritz Lang), una gran superproducción de la UFA que fue un fiasco en taquilla en su momento, y en la que Lang controló hasta el más mínimo detalle, concibiendo una obra visualmente inolvidable, y de la que beben muchos films posteriores, como por ejemplo Blade Runner,película a la que sabéis que yo le tengo especial cariño.

Os invito a leer la reseña que he hecho de Metrópolis en este enlace:

Crítica Metrópolis para La voz en off

Espero que os guste y que no os perdáis los resultados de la encuesta "Las mejores películas de ciencia ficción".¿A quién le daríais vosotros el número uno?

Crítica Tú eres el siguiente: Terror ochentero con mucho humor negro

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Estrenada en nuestro país con dos años de retraso, Tú eres el siguiente no cuenta nada nuevo o que no hayamos visto antes. Una vez más el tema es el asalto a una casa por parte de un grupo de sádicos, esta vez cubiertos con máscaras de animales nada amigables. Pero aunque el escenario es de sobra conocido por los aficionados al género, la propuesta de Adam Wingard y el guionista Simon Barrett consigue sorprender por su curiosa mezcla de terror "slasher" renovado, humor negro y por incluir a una de las heroínas más auto suficiente que se conocen, interpretada por la casi desconocida Sharni Vinson.

Tú eres el siguiente comienza con un prólogo que nos recuerda a Scream (Wes Craven, 1996), película clave en el cine de terror de los 90, y que renovó el género de los slashers, adaptándolo a una nueva generación. Tras el primer susto inicial, convencional pero con detalles que nos dejan claro que estamos ante una película más independiente, suena la pegadiza canción (Looking for the magic), la cual se erigirá en la banda sonora de una pesadilla que no ha hecho más que empezar. 

La trama gira en torno a los Davidson, un matrimonio ya retirado que va a celebrar su 35 aniversario de boda junto a sus cuatro hijos y las parejas de estos en su casa de vacaciones. Hasta que llega el primer asalto a la casa la película se toma su tiempo y dosifica bien la información. El guion va dando pinceladas de los personajes para no desvelar demasiado y chafar los reveses y giros que vendrán luego. Wingard va preparando bien el terreno para la sangría que vendrá luego.
¿No era aquí la fiesta de disfraces?


El primer cambio respecto de otros slashers es que los afectados ya no son la típica pandilla descerebrada que incluye rubia tetona y novio excitado, amigo afroamericano que muere en el primer acto, el nerd y demás personajes variopintos... No, Wingard ha querido ir más allá, innovar en un subgénero manoseado y poco dado a la innovación, y ha decidido que una familia burguesa sea la víctima de unos asesinos que atacan con ballestas como si estuvieran de cacería. El cambio de protagonistas le sienta bien a Tú eres el siguiente, porque la familia Davidson, aunque la foto del salón diga lo contrario, no es un dechado de buenas maneras y un ejemplo de fraternidad. Las relaciones entre sus miembros están tan podridas que resulta curioso ver como reaccionan ante los asesinatos muchos de sus personajes (desternillante la escena en donde tras el primer asalto a la casa dos hermanos discuten por ver quien es el más rápido corriendo). 

Esa mezcla y contaminación de géneros (el terror, el humor más sarcástico sin olvidar el thriller) es un acierto, pero también es verdad que desconcierta al espectador que buscaba pasar un miedo más aterrador. Porque Tú eres el siguiente invita a reírse, a no tomarla demasiado en serio, a comentar la asombrosa capacidad de supervivencia de su heroína, una Sharni Vinson que se aleja de los cánones de la "screem queen", y que sustituye los gritos y chillidos a lo Jamie Lee Curtis en Halloween (película a la que se homenajea en apartados como la ochentera banda sonora) para convertirse en un híbrido bestia de Macaulay Culkin en Solo en casa y del Dustin Hoffman de Perros de paja (Sam Peckinpah, 1971). Ella es sin duda el mejor personaje construido (otros no resultan tan creíbles y no empatizas con ellos) y el 50% del éxito de esta película.

En definitiva, puede que Tú eres el siguiente no sea el peliculón que Twitter y otros medios vaticinaban, pero ofrece una buena dosis de entretenimiento y una vuelta de tuerca al género. 

Lo mejor: No da tiempo a que te aburras. Ofrece un soplo de aire fresco y a la vez es nostálgica (ese sintetizador carpentiano!!). Sharni Vinson. Los títulos de créditos finales, muy originales.

Lo peor: Algunas situaciones son previsibles y manidas. Que salgas ligeramente decepcionado porque esperabas algo más. 






Tú opinas: Rush, la última película de Ron Howard

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Ron Howard, regresa hoy a la pantalla grande con Rush y lo hace para contarnos la rivalidad de dos pilotos de Fórmula 1 de los años 70, el británico James Hunt y el austriaco Niki Lauda. 

Una vez más, en Cine en conserva hemos querido conocer la opinión de vosotros, los espectadores. Y para ello hemos contado con la participación de Melisa, Alejandro y Daniel, quienes gracias a este blog y sobre todo a la web Sensacine, asistieron al preestreno exclusivo de Rush y disfrutaron de una tarde de emociones fuertes.

La mirada de la velocidad 
Por Melisa López

Si tuviera que definir Rush en pocas palabras diría que es adrenalina y fascinación en estado puro. Adrenalina porque tiene lo mejor de las películas de motor: velocidad, coches increíbles y tensión. Fascinación porque consigue emocionar y empatizar con el espectador. Ron Howard ha sabido expresar las sensaciones y los sentimientos que se experimentan en un campeonato de Fórmula 1 visto desde la mirada de dos de los mejores pilotos de la historia, el austriaco Niki Lauda y el británico James Hunt.

Los dos actores protagonistas, Daniel Brühl y Chris Hemsworth, bordan su papel. En especial Brühl que sorprende con una interpretación sobria y a la vez personal.

La calidad de la película es indiscutible. La imagen está muy bien tratada integrando vídeo y fotografía de la época con escenas rodadas en la actualidad. Y la banda sonora le va como anillo al dedo. Soy seguidora de la Fórmula 1, que no entendida, y puedo asegurar que los fans del género saldrán de la sala de cine con ganas de más.
Los verdaderos Niki Lauda y James Hunt



Alejandro Madrid

Tenía ciertos reparos iniciales ante esta película pero Ron Howard consigue introducirme en el vertiginoso mundo de la fórmula 1, hacerme cómplice de los pilotos, de sus miedos, sus fobias y su insana competitividad. Los personajes son creíbles y están muy bien caracterizados. Como punto negativo señalaría algunos parones en ciertos momentos de la película pero supongo que siempre es necesario alguna parada en boxes durante la carrera.

Daniel Garvín

Genial película basada en la mítica rivalidad entre dos talentos de la fórmula 1: Niki Lauda y James Hunt, dos caracteres tan diferentes fuera de los circuitos, como sus métodos para intentar llegar a ser campeones del mundo. Uno, Niki Lauda, metódico, constante y prudente, un piloto que aparte de ponerse al volante y correr al máximo, es capaz de dar con las claves técnicas en cuanto a motor, suspensiones, frenos, etc. utilizadas para crear un coche campeón del mundo. El otro, James Hunt, pasional y arriesgado. El típico chico malo que ya no se estila ver en los deportes y que tan habitual era en otros tiempos (como un tal George Best o Dennis Rodman), rodeado de fama, chicas, alcohol...

La película nos presenta a ambos personajes tal y como son, sin muchos preámbulos, sin llegar a decantarte por uno u otro. Es una película con un gran ritmo, con una muy buena interpretación por parte de ambos protagonistas y en la que Ron Howard recrea de una forma genuina el ambiente de las carreras, una época en la que el espectáculo de la Fórmula 1 comenzó a rodearse de glamour. La representación de las parrillas de salida, los talleres, el look de los personajes (tanto principales como extras), todo está correctamente situado en la época a la que pertenece la historia.

A nivel técnico, las tomas elegidas para escenificar las carreras, los adelantamientos, los planos subjetivos de los pilotos, resultan vertiginosas y cargadas de tensión. 

Como apunte final, a los frikis de la fórmula 1 les gustarán algunos detalles que nos deja la cinta, a modo de mejoras introducidas en los coches y que hoy nos parecen tan normales.


Muchas gracias a Melisa, Alejandro y Daniel por facilitarnos su opinión, esperamos la vuestra. Nos vemos en el próximo Tú opinas con nuevas críticas de los espectadores! 



15 años y un día la escogida para representar a España en los Oscars

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Finalmente ha sido 15 años y un día la película seleccionada por nuestra Academia de Cine para representar a España en la próxima edición de los Premios Oscars en la categoría de mejor película de habla no inglesa. El último trabajo de la directora Gracia Querejeta también será la representante española en los Premios Ariel de México como mejor película iberoamericana.

El último trabajo de Gracia Querejeta competía con trabajos arriesgados como Caníbal de Manuel Martín Cuenca, estrenada hace unos días en la 61ª Edición del Festival de San Sebastián con críticas dispares, Alacrán enamorado dirigida por Santiago Zannou y basada en una novela de Carlos Bardem y La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo, comedia con toques dramáticos que está consiguiendo muy buenos resultados en la taquilla de nuestro país. 

¿Conseguirá 15 años y un día ser una de las películas extranjeras que opten al Oscar? Desde aquí sinceramente lo vemos difícil, teniendo en cuenta que una película mucho más redonda como Blancanieves (Pablo Berger) no pasó el año pasado la terna final, pero nada es imposible. 
¿Qué te parece la opción de la Academia?

La Comunidad; la mejor película de Álex de la Iglesia según nuestros lectores

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Hoy se estrena Las brujas de Zugarramurdi, la última película de Álex de la Iglesia, y por este motivo la semana pasada te invitamos a participar en una encuesta en donde te preguntábamos cual es la mejor película del director vasco. 

Las tres pelis más votadas

La Comunidad (2000) se ha impuesto con el 48% de los votos. Protagonizada por una magnífica Carmen Maura, reciente Premio Donostia, y con un reparto coral que incluye algunos de los mejores secundarios del cine español (algunos ya tristemente fallecidos como Sancho Gracia, María Asquerino o Mariví Bilbao), consiguió 3 Goyas en su año (uno para la Maura) y obtuvo un gran éxito de taquilla. Mucho humor negro, una dosis de suspense y una galería de personajes con los que no querrías nunca compartir vecindario fueron las claves de su éxito.




Tras La Comunidad, la segunda opción más votada (27%) ha sido El día de la bestia (1995), una de las mejores películas españolas de los 90 y hoy considerado un film de culto. Ganadora de seis premios Goya, incluyendo mejor director y actor revelación para un Santiago Segura pre Torrente, pocas películas sobre el anticristo resultan tan divertidas, macabras y sorprendentes




Y en tercera posición, con un 12% de los votos, ha quedado uno de sus últimos trabajos, Balada triste de trompeta una película arriesgada y muy personal, que contaba el tema de las dos Españas de un modo nunca visto, a través del enfrentamiento de dos payasos (Carlos Areces y el siempre estupendo Antonio de la Torre) ambos enamorados de una escultural trapecista (Carolina Bang). Premiada en el Festival de Venecia de 2010 con dos galardones: mejor director y guion, recogió críticas muy dispares. Eso sí, cuenta con un prólogo espectacular, unos títulos de crédito para quitarse el sombrero (ver vídeo) y de nuevo con una escena final rodada en las alturas, esta vez menos lograda que en ocasiones anteriores. 





Y como decía Porky, that's all folks!. 
Gracias a todos aquellos que habéis participado en la encuesta, nos vemos en la próxima.

Pelo Malo gana la Concha de Oro a Mejor Película de la 61 edición del Festival de Sebastián

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La 61 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha llegado a su fin, dejando en muchos críticos, periodistas, bloggers especializados, o aficionados al cine en general, la sensación de que la programación de este año ha sido discreta y falta de grandes películas. No seré yo quien se aventure a decir eso, puesto que aún no he tenido la suerte de asistir a este Festival (aunque todo llegará :P), el caso es que la decisión del jurado (presidido por Todd Haynes) de otorgar de manera unánime la Concha de Oro a Mejor Película a una producción venezolana llamada Pelo Malono ha estado exenta de algo de polémica. Pelo malo de Mariana Rondón, toca el tema de la homofobia y narra la complicada relación de una madre (Samantha Castillo) con su hijo (Samuel Lange) de nueve años, al que rechaza desde que este decide querer alisarse su melena rizada. 



El resto de los premios de la Sección oficial han recaído en otras producciones latinas y españolas, a excepción de la comedia satiríca francesa Quai d’Orsay, adaptación de Bernard Tavernier de un popular cómic de mismo nombre, y el premio al mejor actor que ha sido para el veterano actor británico Jim Broadbent por su papel en Le Week-end. A destacar que la película española La herida de Fernando Franco, interpretada por Marian Álvarez, ha sido una de las grandes ganadoras de esta edición. 

Os dejamos con el Palmarés completo (sección oficial y premios paralelos). 

Sección Oficial

  • CONCHA DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA
  • Pelo malo, de Mariana Rondón

  • PREMIO ESPECIAL DEL JURADO
  • La herida, de Fernando Franco

  • CONCHA DE PLATA AL MEJOR DIRECTOR
  • Fernando Eimbcke, por Club Sándwich

  • CONCHA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ
  • Marian Álvarez, por La herida

  • CONCHA DE PLATA AL MEJOR ACTOR
  • Jim Broadbent, por Le Week-end

  • PREMIO DEL JURADO AL MEJOR GUIÓN
  • Christophe Blain, Antonin Baudriau y Bertrand Tavernier, por Quai d'Orsay

    • PREMIO DEL JURADO A LA MEJOR FOTOGRAFÍA
    • Pau Esteve Birba, por Caníbal

    Premios paralelos

    • PREMIO NUEVOS DIRECTORES
    • Of Horses and Men, de Benedikt Erlingsson

    • PREMIO HORIZONTES
    • O lobo atrás da porta, de Fernando Coimbra

    • PREMIO DEL PÚBLICO
    • De tal padre, tal hijo, de Hirokazu Kore-eda

    • PREMIO PELÍCULA EUROPEA
    • About Time (Una cuestión de tiempo), de Richard Curtis

    • PREMIO DE LA JUVENTUD 
    • Wolf, de Jim Taihuttu

    • PREMIO FIPRESCI
    • Quai d'Orsay, de Bertrand Tavernier

    • PREMIO SIGNIS
    • The Railway Man (Un largo viaje), de Jonathan Teplitzky

    • MENCIÓN ESPECIAL PREMIO SIGNIS
    • Pelo malo, de Mariana Rondón
    • Oktober November, de Götz Spielmann

    • PREMIO SEBASTIANE 2013
    • Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée

    • MENCIÓN ESPECIAL PREMIO SEBASTIANE 2013
    • Pelo malo, de Mariana Rondón

    • PREMIO TVE OTRA MIRADA
    • Jeune et jolie, de François Ozon

    • PREMIO IRIZAR AL CINE VASCO
      Asier eta Biok  (Asier y yo ) de Amaia Merino y Aitor Merino

      PREMIO CINE EN CONSTRUCCIÓN DE LA INDUSTRIA
      La salada de Juan Martín Hsu


    Diez clásicos del cine de terror que ya deberías haber visto

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    Antes de la aparición del Drácula de Todd Browning y de la popular adaptación de Coppola estuvo Nosferatu; 40 años antes de que Amenábar nos asustase en Los otros ya existía la magistral Suspense de Jack Clayton; y qué sería de La piel que habito sin la influencia de la película francesa Los ojos sin rostro... 

    El cine de terror, uno de los géneros cinematográficos más fascinantes por las emociones que nos hace sentir, es un viejo amigo. Por ello, para rendirle homenaje, hemos querido invitar a alguien que sepa mucho del tema para que nos recomiende grandes títulos. Y qué mejor que a Joaquín Vallet, crítico y escritor cinematográfico, y autor de entre otros libros Diccionario de películas. El cine de terror (T&B Editores). 

    No te pierdas esta gran selección de clásicos del cine de terror que firma Joaquín.

    EL GABINETE DEL DOCTOR CALIGARI (Robert Wiene, 1919)

    Bien se podría decir que, con El gabinete del doctor Caligari, nace el cine de terror entendido como tal. Un film críptico, repleto de enigmas en su distorsionada decoración, así como en su esquinada estructura argumental. Esta obra maestra de Robert Wiene es, en esencia, la locura hecha imágenes ya que el film responde a la materialización de una mente desquiciada, envuelto en una inquietante aura de romanticismo y fatalismo. Amén de ello, El gabinete del doctor Caligari se muestra como una reveladora alegoría del estado del pueblo alemán desde el humillante tratado de Versalles. Una nación envuelta en una perenne pesadilla que, de forma inconsciente, hará germinar un monstruo: Caligari. La autoridad demente, que diría Kracauer. Una clarísima premonición del nazismo.

    NOSFERATU (Friedrich Wilhelm Murnau, 1922)
    Si El gabinete del doctor Caligari materializa un estado psicótico, Nosferatu se centra en la lucha atávica entre el Bien y el Mal. La película de Murnau es la sublimación del maniqueísmo. Probablemente, su máxima expresión cinematográfica al contraponer la pestilente, terrible figura del conde Orlok a la pura y hermosa Ellen, espiritualmente conectada con su prometido Hutter. El film integra algunos de los elementos temáticos recurrentes del maestro alemán como la imposibilidad de amar, la presencia de la naturaleza o la fuerza que el destino ejerce sobre los personajes, envuelto en uno de los ambientes más tétricos y, a la par, hermosos y desencantados que recuerda el cine. Orlok, con su sombra imposible y amenazante, instaura, definitivamente, los estilemas del género.

    VAMPYR (Carl Theodor Dreyer, 1931)


    Vampyr parece filmada en un estado de duermevela. En ese momento concreto en que se está entre el sueño y la vigilia, cuando se ralentiza el tiempo, los sonidos adquieren entidad propia y las imágenes que se atisban parecen envueltas en telas semitransparentes. 

    Dreyer materializa ese estado de manera inquietante, plasmando en unas imágenes, que nada quieren saber de elementos racionales, todo lo que el subconsciente alberga y que únicamente se hace visible en ese preciso momento. El juego con el tiempo y el espacio, la obsesión por plasmar la muerte (incluso el protagonista observa nítidamente su propio entierro) y la abismal puesta en escena concebida por Dreyer hacen de Vampyr una de las grandes obras maestras tanto del género como de su genial autor.

    EL HOMBRE Y EL MONSTRUO (Rouben Mamoulian, 1932)
    Una imagen graciosa perteneciente al rodaje de este film

    La única incursión del gran Rouben Mamoulian en el cine de terror fue esta adaptación de la obra de Robert Louis Stevenson "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde". Aunque el resto de la filmografía del cineasta es, en verdad, excepcional, cabe lamentar que Mamoulian no incidiera de nuevo en el género habida cuenta de los impresionantes resultados conseguidos con El hombre y el monstruo. El tema del doble, la escisión bipartita de la psique humana entre el flanco racional y el instintivo es salvajemente radiografiada en una película en la que el espectador se convierte en parte activa de la misma desde su mismo comienzo, merced a la turbadora toma subjetiva que abre el film y que provoca que la mirada del cineasta se amplifique y nos incluya a todos en la progresiva degeneración del personaje.

    SATANÁS (Edgar G. Ulmer, 1934)

    Satanás es, quizá, la obra maestra absoluta de un cineasta que, en la actualidad, goza de la merecida consideración que se le negó a lo largo de sus años en activo: Edgar G. Ulmer. El film se ha convertido en uno de los títulos clave del periodo debido, sobre todo, a dos aspectos: su transgresor diseño de decorados, que integra clarísimas referencias a la Bauhaus, y su soterrado aunque poderosísimo mensaje antibelicista. 

    Un mensaje que acaba convirtiéndose en algo escalofriantemente premonitorio, ya que el trauma de la Gran Guerra (la mansión construida en un campo de concentración) y una Europa que no ha cerrado sus heridas (el enfrentamiento entre Karloff y Lugosi), acaban por germinar un monstruo (el satanismo / el nazismo) que convertirá el continente en un polvorín.


    No dejes de visitarnos porque la semana que viene publicaremos la segunda parte de este especial tan terrorífico!!


    Si te ha gustado este especial no olvides compartirlo en redes sociales :D.

    Crítica Gravity: Como en la Tierra en ningún sitio

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    Houston tenemos un problema, eso es lo que exclamé yo cuando vi que en los cines de mi ciudad no había opción de ver Gravity en 3D. Había leído previamente que esta vez su uso sí merecía la pena -no solo porque la película de Cuarón se concibió desde un principio para rodarse en tres dimensiones, y no ha sido reconvertida en postproducción como sucede con otras- sino también, porque Gravity se presta a ello. Imagino que gracias al 3D uno puede experimentar de un modo más hermoso la inmensidad del espacio y la calidez de la Tierra; sentir la inquietud hacia lo desconocido, y hasta tocar las lágrimas del sufrido personaje de Sandra Bullock, la auténtica protagonista de esta odisea espacial. Pero basta ya de quejas, y hablemos de Gravity, y de todo el cine que se esconde en sus 90 minutos.

    Alfonso Cuarón es un director que siempre sorprende. Ya sea filmando una historia de iniciación con sabor amargo (Y tú mamá también), poniendo su talento en la saga del mago más famoso del cine (Harry Potter y el prisionero de Azkaban), o en la ciencia ficción, con esa excelente distopía que fue Hijos de los hombres. Aquí lo ha vuelto a hacer y de qué modo. El virtuosismo técnico (bien sea en el maravilloso plano secuencia del accidente inicial, en sus primeros planos agonizantes...), la belleza de sus imágenes (¡qué fotografía de Emmanuel Lubezky!) se funden en una historia sencilla, que en el fondo (más allá de todo lo que le acontece a sus protagonistas) narra una resurrección, una vuelta a la vida.

    Algunos dirán que el argumento es escaso o que el trauma de algún personaje busca emocionarnos a toda costa. Es posible, pero sería injusto infravalorarla por eso. Gravity es algo más que un espectáculo visual. A medida que la trama se despliega ante nuestros desorbitados ojos la tensión va en aumento. Somos testigos de una carrera contrarreloj por la supervivencia de sus dos únicos protagonistas, y en medio de esa carrera agobiante, la película consigue que empatices con la doctora Ryan Stone. Una astronauta en su primera misión espacial, al contrario que el personaje de George Clooney, quien por cierto es solo un satélite girando alrededor del estupendo papel de Sandra Bullock. Digamos que Clooney hace de Clooney. Su astronauta es un tipo resuelto y encantador, un seductor enamorado de su trabajo... siendo este la antítesis de la doctora Stone, quien conecta a nivel emocional con el espectador por su falta de pericia, y sus miedos interiores. Cuarón no escatima en planos subjetivos para que nos pongamos en la piel de una doctora falta de fe y contemplemos a través de sus ojos que el espacio -como ya contaron otros- puede ser aterrador. 















    En definitiva, Gravity con permiso de 2001: una odisea del espacio es algo nunca visto antes, y no me quiero ni imaginar como será en 3D. En cualquier caso, el espacio nunca fue tan real y la Tierra, observada desde la lejanía, pocas veces fue tan bella. Una película hipnótica solo recomendada para ser vista en una pantalla grande, donde se forjan los sueños. Solo así se puede valorar en su justa medida.

    Lo mejor: Su espectacularidad visual. Sandra Bullock en uno de sus mejores papeles, un personaje muy físico (fibrosa como la teniente Ripley) que desprende mucha humanidad. La música de Steven Price y la ausencia de ella (el silencio más perturbador) contribuye también a crear una sensación única. Imagen y sonido casan perfectamente.

    Lo peor: La peluca de la Bullock (mejor con casco).




    Consigue una entrada para el preestreno de El camino de vuelta

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    Tenemos nuevo concurso!! Con motivo del estreno de El camino de vuelta, y como siempre gracias a Sensacine, queremos darte la posibilidad de ver la nueva película de los creadores de Juno o Pequeña Miss Sunshine y que cuenta en su reparto con Liam James, Steve Carell, Toni Collette, Sam Rockwell o Annasophia Robb. Esta vez sorteamos 5 entradas dobles para ver  el 17 de octubre a las 20:30 horas (se recomienda estar 30 minutos antes de la proyección) en los cines Kinépolis de Madrid esta comedia dramática sobre la adolescencia, primer trabajo de Nat Faxom y Jim Rash, guionistas de Los descendientes

    Cómo conseguir tu entrada

    Para conseguir una de las 5 entradas dobles tendrás que hacerte seguidor de alguna de nuestras redes (twitter o Facebook), y de alguna de las redes de Sensacine (twitter, Facebook o Google+), además de escribir un tuit que mencione a @Sensacine y @Cineenconserva. Algo así:

    "Me encantaría asistir al preestreno en Madrid de "El camino de vuelta". Gracias a @SensaCine y @Cineenconserva no me lo pierdo!"

    Después de escribir el tweet, mandad un email a cineenconserva@gmail.com, identificando vuestro usuario de twitter y vuestro nombre completo.Tenéis hasta el domingo 13 de octubre para concursar. Publicaremos el nombre de los ganadores en el blog y recibiréis un email de confirmación de asistencia el preestreno. 

    *Rogamos confirmación de asistencia al preestreno, si no se avisará a otra persona que haya quedado en reserva.)


    Diez clásicos de terror que ya deberías haber visto (Segunda Parte)

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    La semana pasada, nuestra firma invitada, Joaquín Vallet, crítico y escritor cinematográfico, y autor de entre otros libros Diccionario de películas. El cine de terror (T&B Editores) o su último trabajo dedicado a Terence Fisher editado por Cátedra, nos recomendó cinco joyas del cine de terror clásico. Ahora, Joaquín regresa con la segunda parte de este especial, en donde está invitado hasta el mismísimo anticristo. 

    LA NOCHE DEL DEMONIO (Jacques Tourneur, 1957)


    Los planos de Stonehenge que abren La noche del demonio exponen, clarísimamente, la esencia de esta película de Tourneur: un viaje a los miedos ancestrales. Un choque extremadamente violento entre lo racional y lo irracional, que acaba provocando que las firmes convicciones sobre las que está cimentada la civilización moderna acaben tambaleándose con serio peligro de precipitarse a las creencias primigenias del individuo, perdidas en la noche de los tiempos. Por primera vez en un film de Tourneur el monstruo adquiere corporeidad física (además, en un diseño verdaderamente excepcional). Algo completamente necesario para que las intenciones de la película y su salvaje ambigüedad lleguen con la necesaria nitidez al espectador.

    DRÁCULA (Terence Fisher, 1958)


    Una de las mejores películas, no ya del cine de terror sino de toda la Historia del Séptimo Arte. Lógica extensión de La maldición de Frankenstein, también dirigida por Fisher un año antes, Drácula marca un antes y un después absolutamente categórico en el discurrir del género. Los colores se vuelven obsesivos, los momentos de impacto se subrayan y el sexo adquiere un protagonismo trascendental. Empero, todo ello, no deja de ser la impecable superficie que esconde una profunda reflexión sobre los cambios sociales (la burguesía desintegrando la sociedad estamental), la escisión psicológica del individuo (el choque freudiano entre el id y el superego, planteado en el enfrentamiento entre Drácula y Van Helsing) o el rol de la mujer reprimida por un universo machista.

    LOS OJOS SIN ROSTRO (Georges Franju, 1959)

    Aunque Los ojos sin rostro es la única película de Georges Franju adscrita al cine de terror, lo cierto es que el resto de la filmografía de este excepcional cineasta francés quedaría muy cerca de dicho género, si bien no a nivel argumental, sí en sus estructuras conceptuales. La locura, la obsesión por la muerte, las máscaras que ocultan la verdadera condición de los individuos, los universos enrarecidos y el amor como sentimiento autodestructivo son algunos de los elementos comunes a las obras de Franju quien siempre mantuvo una mirada sobre los mismos tan cerrada y turbadora que los resultados acaban quedando al límite mismo del horror. Los ojos sin rostro, delicada, terrible, inquietantemente poética es, quizá, su obra maestra.

    SUSPENSE (Jack Clayton, 1961)
    Para quien esto suscribe, Suspense es la mejor película de la Historia del Cine. El porqué de ello sería arduo de explicar en tan poco espacio pero, ante todo, sería debido al influjo que transmiten las imágenes de Jack Clayton. Sostenidas en la sublime sinfonía de luces y sombras creada por Freddie Francis, el film diluye por completo la línea que separa el mundo real del “más allá”, planteando las espectrales apariciones de Quint y Miss Jessel con una naturalidad que resulta del todo pavorosa. Algo que queda admirablemente fusionado con la exacta traslación de toda la ambigüedad presente en la novela de Henry James (¿los niños ven realmente a los fantasmas o todo es producto de una mente reprimida?) y que tanto Clayton como una inmensa Deborah Kerr transmiten de manera excepcional.


    LA SEMILLA DEL DIABLO (Roman Polanski, 1968)
    Con La semilla del diablo cambia por completo el concepto general del cine de terror. El miedo ya no es producido por monstruos legendarios, asesinos psicópatas o doctores enloquecidos; quien verdaderamente produce miedo es el vecino. Roman Polanski se sirve de una novela de Ira Levin para realizar la magnum opus del horror contemporáneo. Una pieza cerrada, claustrofóbica, estrictamente sustentada en el punto de vista de su protagonista (una espléndida Mia Farrow) lo que acaba potenciando una ambivalencia en la esencia del relato que alcanza niveles sobrecogedores. La secuencia final (siempre sustentada en lo que no vemos) es, probablemente, uno de los momentos más terroríficos de la historia del género… y la nana compuesta por Krzysztof Komeda, escalofriante.



    Ganadores del concurso preestreno "El camino de vuelta"

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    Comenzamos una nueva semana y esta vez lo hacemos dando una pequeña alegría. No, aún no hemos ganado los Premios Bitácoras (donde participamos en la categoría de Cine y TV y esperamos ansiosos tu voto) ni nos han fichado de Fotogramas, pero tenemos a los cinco ganadores de las entradas dobles para asistir al preestreno de El camino de vuelta.



    Como sabéis el pre-estreno de esta comedia con tintes a lo Juno y Pequeña Miss Sunshine, tendrá lugar el 17 de octubre a las 20 horas en los Cines Kinépolis de Madrid. 

    Estas han sido las cinco personas que han resultado ganadoras de una entrada doble. Para conseguir su entrada tan solo han tenido que hacerse seguidor de alguna red social de este blog y de Sensacine, y dejarnos un tuit como el que ha escrito Celso, uno de los afortunados.

    Mónica Fernández Ferreras
    Celso Sánchez Jimenez
    Jesús Sánchez Medrano
    Cristina Sanz Díaz
    Israel López Polo


    Enhorabuena a los ganadores y a los demás nos vemos en otro concurso.

    Crítica La bicicleta verde: La valentía de una mujer en un ambiente hostil

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    Por José Manuel Rodríguez Pizarro
    Redactor-colaborador de la revista de cine Versión Original

    Siempre es de agradecer que nos sorprenda así, sin excesivas campañas de marketing previas, una película sencilla, inteligente, valiente, crítica, cálida y sutil, capaz de ofrecernos una mirada sobre la situación que vive la mujer en un punto determinado del globo, muy diferente a la que estamos acostumbrados a ver en España, en el resto de Europa Occidental y en Estados Unidos. Todo ello se cumple con la primera película escrita y dirigida por una mujer en Arabia Saudí: La bicicleta verde



    Hay que tener mucho valor para ser como Haifaa Al-Mansour y lanzarse a escribir y a dirigir una cinta en la que se plantea el deseo de una niña de tener una bicicleta, en un país en el que, aparte de ser una de las pocas monarquías absolutas del mundo, existe una adhesión casi sin fisuras a los preceptos islámicos, con una de las más rigurosas interpretaciones de la sharia; lo que supone, entre otras consecuencias, que la mayor parte de las libertades fundamentales, si no prohibidas, estén seriamente restringidas. Y la mujer, como ocurre por desgracia muchas veces, se erige en una de las víctimas fundamentales de esta injusticia. Además, en Arabia Saudí los cines están prohibidos y la industria del cine prácticamente no existe. 

    Sin embargo, la directora –y ello es quizá lo más difícil– no plantea una confrontación sobre lo “mal” que se encuentra la mujer en su país sino que se hace eco de una realidad: las circunstancias de la mujer en Arabia Saudí sin entrar en debates estériles ni victimismos, dándole voz y visibilidad a través de una historia personal, honesta, valiente y que rezuma un profundo optimismo

    La bicicleta verde nos relata la historia de una niña de once años llamada Wadjda (título original de la cinta), que lleva una vida normal: vive en una barriada del Riad actual, asiste a una escuela segregada por sexos donde ha de enfrentarse a las duras imposiciones morales y religiosas existentes para la mujer y que lucha por lograr una bicicleta verde que ha visto en la puerta de una tienda cercana a su casa. La razón por la que quiere una bici es la propia de un niño o una niña (da igual el sexo) de su edad: quiere jugar y echar carreras con su amigo Abdullah pero se topa con una sociedad tan tradicional que ciertas cosas, como este medio de transporte, están prohibidas para las mujeres. Su madre cree que la bicicleta pone en peligro la dignidad y el honor de una chica y no se lo permite. La chica hará todo lo posible por adquirir la bici aunque para ello tenga que participar en un concurso de recital del Corán en su escuela, y cuyo premio es una jugosa cantidad de dinero.

    Para interpretar a Wadjda se optó por la jovenWaad Mohammed, que puede presumir ya de ser una carismática actriz capaz de encandilar al público con su frescura, vitalidad y deseos de evolucionar, sin romper frontalmente con lo establecido. La historia de Wadjda, basada en la vida de una sobrina de la directora, es la de una niña que se revela, sin pretensiones, jugando en la calle con niños, escuchando música endiablada de los Estados Unidos y calzando zapatillas de deporte. Además, cuando se cansa de llevar el velo en la cabeza se lo quita, sin darle demasiada importancia a este hecho, y dejando así el pelo descubierto ante la vista de los hombres.


    El filme no adopta los derroteros de confrontaciones o discusiones. Gracias a la heroína Wadjda –que trata de batallar para conseguir su propósito dentro del sistema– se puede observar también el reflejo de otra mujer valiente: la de su directora, Haifaa Al-Mansour, que, en un ambiente hostil, logra su objetivo: rodar la película que quiere en su país, en medio de una sociedad sexista y segregada. El rodaje, como podemos llegar a imaginar, no tuvo que ser nada fácil. La propia realizadora tuvo que dirigir desde una camioneta oscura, sin poder ser vista en la calle detrás de la cámara por ser mujer, en mitad de uno de los barrios más conservadores de Riad. 

    En suma, La bicicleta verde ha de ser vista, creo, como una osada película en su país, y a nivel internacional, que trata de abrir camino y, sobre todo, mostrar una realidad: la de la mujer en Arabia Saudí pero con un claro sentido del optimismo y alejada de la oscuridad que, en algunas ocasiones, nos transmite el cine de Oriente Próximo. Arabia Saudí es, casi más que ningún otro, un Estado de contrastes en el que la mujer no puede conducir en la ciudad pero puede estudiar, incluso fuera del país, y desarrollar una profesión, siguiendo eso sí algunos límites. Está claro que asistimos, en ese país, a un lento pero continuo proceso de cambio, hacia una mayor autonomía para la mujer, y La bicicleta verde pasará a la historia por haber puesto su granito de arena en la consecución de este más que justo objetivo. 

    Lo mejor: el optimismo que desprende pese las injusticias que retrata, y en el que mucho tiene que ver la frescura y espontaneidad de una niña que trata de sortear la delgada línea entre lo que está permitido y lo que está prohibido. 

    Lo peor: basarse en algo anecdótico para tratar de mostrar la realidad de la mujer en un país tan complejo como Arabia Saudí. 





    Trick-or-treat: Quiz de Halloween

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    Esta noche es Halloween, así que os proponemos un trato: en lugar de caramelos, ¿qué tal un suculento quiz de cine inspirado en La noche de brujas? Nuestra colaboradora Mónica Agudo nos ha preparado un trivial de lo más freak sobre cine de terror. Solo quienes lo acertéis entero podréis entrar en el sorteo de una calabaza tamaño cabeza de Chucky (aka el muñeco diabólico).


    1. ¿Qué actriz, entonces pequeñita, hacía de hermanita molesta en El retorno de las Brujas (Hocus Pocus, 1993)?

    2. ¿Cómo se llamaba el payaso de IT?

    3. Qué desencadena la infección zombie de Braindead, la comedia gore de Peter Jackson? 

    4. Qué película (de la que luego se hicieron varias secuelas) dirigida por George A.Romero era un compendio de diferentes historias de terror unidas por secuencias animadas?

    5. Qué película de Stephen King tiene como tema principal una canción de Los Ramones? 

    6. Como se llama el protagonista de  La noche de Halloween de John Carpenter? 

    7. ¿Quién de estos tres grandes actores clásicos de cine de terror tenía como lugar de procedencia Transilvania: Boris Karloff, Bela Lugosi o Lon Chaney?

    8. Que mítico actor español hizo de licántropo en La noche de Walpurgis (1971)? 

    9. ¿Cómo se llamaba la película de Chicho Ibañez Serrador ambientada en un internado para señoritas malas? 

    10. ¿En qué película se dice esta frase: "Usted, sin ayuda, ha creado un hombre. Ahora, juntos, crearemos a su compañera" ?



    Puedes dejarnos tus respuestas en los comentarios del blog.

    Insidious 2: segundas partes nunca fueron terroríficas

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    Tres años después de que James Wan pegara el pelotazo con una de las películas de terror más malsanas de los últimos años, Insidious, llega la secuela de ese éxito, y lo hace decepcionando a más de uno, la que escribe incluida. No esperaba que el director malayo se marcase otro Expediente Warren (ya que la saga Insidious está muy alejada del tono y la estética que predomina en The conjuring, filmada de un modo más elegante, más clásico y sin estridencias narrativas), pero digamos que para mí Insidious 2 cumple con ese dicho que segundas partes nunca fueron buenas, o en este caso terroríficas.


    En esta secuela y también precuela, ya que la película cruza y descruza los umbrales del tiempo una y otra vez, así como el mundo de los vivos con el de los muertos, las presencias insidiosas vuelven a atemorizar a la familia protagonista de la primera parte, los Lambert (sí como Christopher Lambert). Traumatizados por lo que vivieron en su casa se han mudado al hogar de la madre de Josh (Patrick Wilson), personaje que cobra aún más relevancia en esta continuación e incluso se transforma por cosas del alocado guion en una mala réplica de Jack Nicholson en El resplandor. Como es natural, la tranquilidad de los Lambert se verá pronto alterada. Y las puertas que se cierran solas, los pianos fantasmas y las pesadillas recurrentes del niño mayor (el único que pinta algo en la película) pronto perturbarán especialmente a las mujeres de la casa (Rose Byrne y Barbara Hershey).

    La culpa fue del taca-taca insidioso

    El caso es que Wan consigue en un inicio preparar bien el terreno como a él le gusta, esta vez con un prólogo algo más descafeinado pero que encaja bien con lo que vendrá luego. En la primera media hora ya encontramos todos los elementos que fascinan al director de Saw, quien de nuevo vuelve a plagiarse a sí mismo pero esta vez con menos originalidad y gracia. Lástima que la trama desemboque en su segunda parte en una sucesión sin pies ni cabeza, incoherente y ridícula en muchos momentos (no ayuda mucho la comicidad forzada de la pareja de patosos ayudantes investigadores).

    Un batiburrillo de sustos, previsibles en muchas escenas, cuya historia intenta cerrar un círculo pero que solo atemoriza al espectador en contadas ocasiones, y todas ellas gracias a la maestría con la cámara de Wan y a la estupenda banda sonora de Joseph Bishara, además de a una buena dosis de maquillaje.

    Lo mejor: De forma aislada siguen funcionando algunos sustos como el taca-taca, el piano que suena solo...

    Lo peor: El último tramo parece un carrusel del terror sin sentido alguno, algo que también estaba presente en la primera parte de Insidious.



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